Los girasoles (en francés, Les Tournesols, en neerlandés, Zonnebloemen) es una serie de cuadros al óleo realizados por el pintor holandés Vincent van Gogh. De la serie hay tres cuadros similares con catorce girasoles en un jarrón, dos con doce girasoles, uno con tres y otro con cinco. Van Gogh pintó los primeros cuatro cuadros en agosto de 1888, cuando vivía en Arlés, en el sur de Francia, y otros tres similares en enero del año siguiente. Las pinturas están todas ejecutadas en lienzos de cerca de 90 x 70 cm. Usó un pigmento en sus girasoles, el amarillo de cromo o cromato de plomo, al cual deben su misterioso y enigmático color. La descomposición del cromato de plomo por efecto de la exposición a la luz convirtió el amarillo brillante original en un tono pardo verdoso.1Los girasoles (en francés, Les Tournesols, en neerlandés, Zonnebloemen) es una serie de cuadros al óleo realizados por el pintor holandés Vincent van Gogh. De la serie hay tres cuadros similares con catorce girasoles en un jarrón, dos con doce girasoles, uno con tres y otro con cinco. Van Gogh pintó los primeros cuatro cuadros en agosto de 1888, cuando vivía en Arlés, en el sur de Francia, y otros tres similares en enero del año siguiente. Las pinturas están todas ejecutadas en lienzos de cerca de 90 x 70 cm. Usó un pigmento en sus girasoles, el amarillo de cromo o cromato de plomo, al cual deben su misterioso y enigmático color. La descomposición del cromato de plomo por efecto de la exposición a la luz convirtió el amarillo brillante original en un tono pardo verdoso.1
Aunque la serie más famosa de girasoles de Van Gogh es la que realizó en Arlés, durante su estancia en París realizó ya varias obras con esta flor como temática principal, entre agosto y septiembre de 1887. En estas obras las flores aparecen solas, sin el jarrón que incorporaría más tarde en su serie arlesiana, y aparecen cortadas o marchitas, con unos colores violentos y de fuertes tonalidades, preludiando sus obras posteriores.Aunque la serie más famosa de girasoles de Van Gogh es la que realizó en Arlés, durante su estancia en París realizó ya varias obras con esta flor como temática principal, entre agosto y septiembre de 1887. En estas obras las flores aparecen solas, sin el jarrón que incorporaría más tarde en su serie arlesiana, y aparecen cortadas o marchitas, con unos colores violentos y de fuertes tonalidades, preludiando sus obras posteriores.